"Mientras celebramos el día de la gratitud, contemplemos la vida que nos rodea y demos gracias. Agradezcamos porque todo nos da la oportunidad de amar y, de ese modo, cumplir el propósito de nuestra existencia.
La gratitud es más que un sentimiento de respeto y agradecimiento; la gratitud es un don divino que puede curar las células, los átomos y la consciencia, como asimismo curar el egoísmo y la indiferencia humana. La gratitud es una vibración sublime que puede transformar la condición humana.
Dejemos que la gratitud nos muestre que nuestros seres acaban purificándose a través de las enfermedades para acercarnos a la verdad. Estas son las capas que se rompen dentro de nosotros, para que podamos alcanzar nuestra esencia y ver quiénes somos en verdad.
Que en este día la gratitud nos eleve ante las situaciones que vivimos y nos coloque en un nivel de amor, por encima del sufrimiento. Seamos agradecidos por todas las cosas y por todos los seres que nos han enseñado a trascender las experiencias de la vida en este planeta."
Reflexiones de la Madre María Cleonice, Orden Gracia Misericordia